Tengo un
branding en el
pecho que dice NADIE.
Se me nota
aunque no ande en cueros.
A veces, si ando cerca
de tu casa, me desvío
para pasar caminando por
la cuadra donde vivís.
¡Qué obse!, me digo.
Después me doy cuenta
de que
lo que en realidad estoy buscando
son esas mismas cuatro letras
en otro orden.